Se dice que los indígenas americanos se quedaron estupefactos ante los espejitos españoles, pero a medida que aparece un nuevo objeto la gente que nunca lo había visto muestra asombro y admiración.
Fué así con las latas de conserva, los anteojos de sol, las linternas, las radios portátiles, los teléfonos en todas sus diversas y sucesivas versiones, y todo tipo de novedad.
Los publicistas se valen de esa propensión 'innata' al asombro, y es el tema de estudio de los etnólogos.
Esta cuestión viene al caso porque es el motor de la ufología, y de toda la movida presente para "recibir y dar la bienvenida a los extraterrestres".
El UFO Phil Hill, compositor y director de cine de comedia, se hizo cargo de la organización de un concierto en vivo para darles la bienvenida a los extraterrestres.
Dice el prehistoriador francés Andre Leroi-Gourhan (“Iconografía e interpretación”): La exaltación de aquellos a los que se considera "superiores" se resuelve corrientemente con su deidificación, es decir, sublimándolos a deidad.
Si los consideráramos a ellos "superiores", más "avanzados", entonces les entregaríamos ciegamente el control de nuestras sociedades, de nuestra educación, de nuestra tecnología, de nuestras vidas.
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